¿Se imaginan que en Alemania existiera un local público donde se
hiciera apología del holocausto? ¿Se imaginan uno en Italia haciendo lo
propio con el fascismo? ¿Se imaginan que en España estuviera abierto al
público un bar de exaltación del franquismo?
Pues dejen de
imaginar. España es diferente ¿verdad? pues para muestra un botón.
Presentamos Casa Pepe, más que un bar la sede de un club de ornitología.
Este local, situado en Despeñaperros, presume sin ningún tipo de
complejo de ser franquista hasta la médula y para demostrarlo exhibe
banderas, retratos y se lucra con un amplio merchandising con la
simbología de la dictadura nacional-católica de aquel señor bajito con
bigote.
Lamentablemente, todavía existe en este país interés en
relativizar la historia, en difundir que la extrema derecha es
respetable o en comparar a Franco con Durruti. Afortunadamente es algo
impensable e incluso irrisorio para muchas personas, pero para otras,
con poses y vestimentas que les hacen fácilmente identificables, es una
realidad impepinable.
En nuestro querido país un bar puede ser
multado y cerrado si sus clientes fuman en su interior, sin embargo, si
muestran símbolos preconstitucionales de la rancia dictadura, no pasa
absolutamente nada. Hay partidos políticos que se ilegalizan por no
cumplir determinados requisitos de ser "pacíficos" y "democráticos", sin
embargo, otros partidos como Falange (y todas sus variantes) son
perfectamente legales y no tienen problema alguno en presentarse a
elecciones defendiendo un discurso descaradamente racista y violento y
por supuesto, sin condenar la represión franquista, como tampoco hace su
"hermano moderado", el Partido Popular.