20 de febrero de 2011

Casa Pepe, un ejemplo de impunidad de la apología franquista en el Estado español

¿Se imaginan que en Alemania existiera un local público donde se hiciera apología del holocausto? ¿Se imaginan uno en Italia haciendo lo propio con el fascismo? ¿Se imaginan que en España estuviera abierto al público un bar de exaltación del franquismo?

Pues dejen de imaginar. España es diferente ¿verdad? pues para muestra un botón. Presentamos Casa Pepe, más que un bar la sede de un club de ornitología. Este local, situado en Despeñaperros, presume sin ningún tipo de complejo de ser franquista hasta la médula y para demostrarlo exhibe banderas, retratos y se lucra con un amplio merchandising con la simbología de la dictadura nacional-católica de aquel señor bajito con bigote.

Lamentablemente, todavía existe en este país interés en relativizar la historia, en difundir que la extrema derecha es respetable o en comparar a Franco con Durruti. Afortunadamente es algo impensable e incluso irrisorio para muchas personas, pero para otras, con poses y vestimentas que les hacen fácilmente identificables, es una realidad impepinable.

En nuestro querido país un bar puede ser multado y cerrado si sus clientes fuman en su interior, sin embargo, si muestran símbolos preconstitucionales de la rancia dictadura, no pasa absolutamente nada. Hay partidos políticos que se ilegalizan por no cumplir determinados requisitos de ser "pacíficos" y "democráticos", sin embargo, otros partidos como Falange (y todas sus variantes) son perfectamente legales y no tienen problema alguno en presentarse a elecciones defendiendo un discurso descaradamente racista y violento y por supuesto, sin condenar la represión franquista, como tampoco hace su "hermano moderado", el Partido Popular.